Las playas llaniscas de Toró y Palombina superan las auditorías que les permitirán renovar las certificaciones Q de Calidad

Respondiendo con nota a los exigentes requisitos requeridos, los arenales llaniscos de Toró y Palombina; han vuelto a superar las auditorías periódicas que les permitirán renovar la obtención de las certificaciones Q de Calidad, que otorga anualmente el Instituto para la Calidad Turística Española (ICTE), organismo dependiente del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo.

Hace unos días que ambas playas fueron sometidas a la revisión de los parámetros solicitados para cumplir la Norma UNE - ISO 13009 y lograron, cada una de ellas, 960 puntos, respectivamente, sobre 1.000 puntos posibles. Lo cual significa que no sólo cumplen con las exigencias sino que se sitúan por encima de lo demandado.

En las auditorias, que suelen realizarse antes o después del verano, se analiza de manera exhaustiva un amplio listado de infraestructuras y servicios en general.

Desde el estado de los accesos, pasando por la existencia de servicios higiénicos y duchas adaptados, limpieza, sistema de eliminación de residuos y dotación de equipos de salvamento en playa, hasta disponer de servicio de información, entre otros.

Se trata de una prueba que se considera indispensable para disponer de la Q de Calidad, que normalmente se hace visible a través de una bandera que ondea en los aledaños de cada playa.

La playa de Toró logró su primera Q de Calidad en el año 2004 y Palombina en 2006. Desde entonces, ambas las han mantenido tras superar los exámenes a los que son sometidas de forma periódica.

El método que se sigue consiste en afrontar una auditoria de renovación del certificado de Q de Calidad cada tres años y auditorias de seguimiento los dos años siguientes.

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