Plan Silvopastoril de la Sierra del Cuera de Llanes

Plan Silvopastoril de la Sierra del Cuera de Llanes

El Ayuntamiento de Llanes llevará al Principado un proyecto para el control de incendios y la mejora de los pastizales y zonas forestales del concejo

 

RESTAURACIÓN ECOLÓGICA DE LOS ECOSISTEMAS SILVOPASTORILES DE LA SIERRA DEL CUERA LLANISCA:

 

Plan para la gestión sostenible de los comunales del concejo de Llanes, para el control de la matorralización y la lucha contra los incendios forestales

PROYECTO DE DINAMIZACIÓN SOCIAL, ECONÓMICA, AMBIENTAL Y PAISAJÍSTICA DE LA SIERRA DEL CUERA, LLANES

 

La degradación de los ecosistemas silvopastoriles es una realidad que ha ido aumentando progresivamente desde hace más de cuarenta años. El declive del pastoreo tradicional, el desempoderamiento de las poblaciones locales y la llegada de una normativa ambiental fuera de contexto han condicionado una deriva de los ecosistemas locales hacia una matorralización generalizada que disminuye la cantidad y calidad de los pastizales y que favorece la presencia de incendios de elevada intensidad e importantes consecuencias ecológicas.

Este proyecto tratará de impulsar en el concejo de Llanes un modelo de gestión de los comunales que mejore los pastos y las áreas forestales, y evite los incendios, a través de un renovado manejo del territorio que garantice el control de la matorralización de forma sostenible ambientalmente. Este renovado modelo de manejo se fundamentará en:

 

1-  La zonificación de los comunales según su aptitud en áreas de pastizal y áreas forestales.

2- La recuperación de algunas buenas prácticas tradicionales, como las quemas controladas de pequeña escala, el ¿mato a mato¿ y la siembra sobre cenizas calientes.

3- La optimización de los conocimientos y recursos técnicos actuales, como la capacidad de realizar desbroces selectivos, el aprovechamiento de la biomasa, la selección de especies autóctonas y diversas para reforestar, etc.

4- La participación de los vecinos de las parroquias tanto en la elaboración de este plan como en su ejecución.

5- La participación y el apoyo del Ayuntamiento.

 

INTRODUCCIÓN

Los incendios forestales son un problema ambiental de primera magnitud en Asturias, a la vez que generan también un cierto conflicto social y pérdidas económicas e incluso humanas. Mientras tanto, los pastizales se han deteriorado notablemente sin que haya habido una mejora sustancial ni un aumento significativo de la superficie estrictamente forestal -arbolada-. Los incendios severos han ido aumentando progresivamente con la también progresiva desestructuración del tejido social rural tradicional y con la decadencia del pastoreo. A ello se ha sumado una incapacidad manifiesta de las distintas administraciones para encontrar alternativas de gestión, y una serie de leyes restrictivas que coadyuvaron a desterrar definitivamente los manejos tradicionales en nuestros montes.

Dado el pésimo resultado de las iniciativas llevadas hasta ahora durante los últimos treinta años, que sólo han conseguido matorralizar el territorio, desempoderar a las poblaciones locales y favorecer el aumento de los incendios y su intensidad, se hace imprescindible un cambio radical en la gestión de los pastos y montes comunales en general.

 

ANTECEDENTES

En el departamento francés de los Pirineos Occidentales, en un área muy comparable a Asturias desde muy diversos puntos de vista (superficie, orografía, clima, demografía, manejos tradicionales, etc.), y que sufría los mismos problemas que hoy tenemos en Asturias (pérdida de pastizales y degradación de los ecosistemas silvopastoriles, incendios forestales severos, conflicto social, etc.), un acontecimiento terrible condicionó por fin un cambio radical en la gestión de los montes. La muerte en un incendio de grandes proporciones de cinco excursionistas obligó a reconocer a las autoridades que había que cambiar de una vez por todas la forma de manejo de los pastizales de esta parte de los Pirineos. El enfoque de su solución, muy similar al que nosotros proponemos, se basa en el control de la matorralización optimizando desbroces y quemas controladas, para realizar las cuales los vecinos, principalmente ganaderos, tomaron un protagonismo absoluto. Los incendios se hicieron  muy infrecuentes y en algunas áreas llegaron a desaparecer, a la vez que los pastos comunales mejoraron notablemente su calidad y se expandieron a costa de áreas matorralizadas.

 

SITUACIÓN DE PARTIDA: FORTALEZAS

Nuestro concejo, dentro del contexto general de decadencia del medio rural asturiano, tiene una situación muy adecuada para implantar un nuevo modelo de gestión en los comunales por varios motivos:

1.      Dispone de un tejido social ligado a las tradiciones ganaderas aún muy relevante con:

a.Más de ciento cincuenta explotaciones ganaderas en régimen extensivo;

b.Presencia de pastores que conservan todavía los conocimientos ligados a la llamada ¿cultura del fuego¿, que consiguió integrar este elemento como una herramienta sostenible desde un punto de vista ambiental e incluso enriquecedora, al abrir nuevos y diversos nichos ecológicos;

c.Algunos jóvenes ganaderos que pueden continuar al menos otra generación más la actividad pastoril;

d.Presencia de una cierta diversidad de especies ganado;

e.Juntas ganaderas municipales y parroquiales operativas.

2.   El proyecto ha sido muy bien acogido en otros sectores sociales del concejo y por algunos representantes del ámbito conservacionista.

Así pues hay personas y sistemas de organización suficientes para abordar un proyecto de estas características, donde la implicación de la población local es una de las claves para su buen desarrollo, y un amplio consenso a favor de su ejecución.

 

SITUACIÓN DE PARTIDA: DEBILIDADES

A pesar de lo susodicho, existen algunos problemas que hay que manejar con tacto y capacidad para idear soluciones:

1.Desconfianza generalizada hacia las iniciativas que propone la administración, especialmente en su ámbito regional.

2.Desasosiego y falta de fe en las posibilidades del propio sector.

3.Desequilibrios entre las cargas ganaderas de las distintas especies, especialmente por la significativa falta de reciella (ovejas y cabras) en muchas áreas.

4.Falta de autonomía en las acciones sobre los montes comunales.

Todo ello se puede solventar a través de un diálogo permanente entre las partes, la centralización del papel institucional a nivel municipal, la definición pronta de alguna de las medidas que se vayan diseñando, los estímulos al aumento de la cabaña de ovejas y cabras, e impelido todo ello por la necesidad que existe en el sector de disponer de pastizales con buena salud y en un marco de legalidad claro y determinante.

 

SITUACIÓN DE PARTIDA: OPORTUNIDADES

Con la implantación del modelo de gestión que proponemos podremos mejorar los rendimientos de los pastizales, y diversificar la economía diseñando posibles aprovechamientos de la biomasa o de las áreas arboladas repobladas. La organización de protocolos locales con actores también locales podrá revitalizar las tan beneficiosas estructuras comunitarias rurales asturianas, las sextaferias, etc.

 

SITUACIÓN DE PARTIDA: AMENAZAS

Una visión excesivamente centralista de la gestión de los montes, alimentada y sostenida por algunos técnicos y funcionarios herederos del antiguo ICONA, así como una mala interpretación por parte de la sociedad urbana de lo que es y debe ser la naturaleza asturiana, eliminando el factor humano tradicional, pueden dificultar la implantación de un plan de esta naturaleza. Esta amenaza puede atenuarse con información, buscando ampliar el consenso entre distintos sectores sociales y gracias al apoyo institucional que desde el Ayuntamiento de Llanes se pretende proporcionar al desarrollo del proyecto.

PARTICIPACIÓN

Es muy importante que las acciones de desarrollo rural sostenible que se implanten en este espacio, como en general en cualquier otro lugar de nuestro medio rural, partan de los propios vecinos. La organización ascendente es una de las claves para que los Planes de Zona que se implementen generen un verdadero eco social, recalen en el bien común y tengan proyección en el tiempo. Pero en este proyecto en particular no se trata de que la participación sea importante o justa, sino que es absolutamente imprescindible, ya que las herramientas de restauración del equilibrio silvopastoril perdido se basan en las técnicas y manejos tradicionales ejecutados por la población local desde antiguo.

Por ello, el Ayuntamiento de Llanes convocará una serie de juntas vecinales y ganaderas, municipales y parroquiales, que permitan establecer de forma consensuada los principios básicos del Plan, de forma que sean ellos, en especial los que tienen una vida y una profesión más estrictamente vinculada a la gestión del monte, quienes decidan sobre los asuntos claves del proyecto, como la zonificación en la elección de las áreas a pasto y forestales o la priorización de las intervenciones, sin que ello impida la participación y el asesoramiento tanto del Ayuntamiento como de otros técnicos y vecinos.

 

EL PAPEL DEL AYUNTAMIENTO

El Ayuntamiento será el que tenga la potestad de proporcionar los permisos administrativos para las distintas intervenciones, y lo hará como supervisor para salvaguardar la legalidad y la buena factura de las propuestas de intervención de los comités parroquiales. El Ayuntamiento mediará con las administraciones de rango superior en las gestiones y permisos que de ellas dependan.

Proveerá de plantones de ejemplares de plantas autóctonas con la genética más adecuada, así como de semillas para siembras sobre ceniza para catalizar las intervenciones de mejora de pastos y arbolado. También facilitará material y apoyo accesorios como protectores de los plantones, y desbrozadoras y operarios cuando sea posible. Por último, retribuirá y/o incentivará a los pastores de cabras y ovejas que allenden a su ganado en las áreas recién quemadas para frenar el rebrote del matorral.

Invertirá en maquinaria y equipos complementarios a las actuaciones de limpieza, como desbrozadoras araña, etc., según los requerimientos que vayan surgiendo en el desarrollo del proyecto y las posibilidades económicas.

Arbitrará las decisiones parroquiales que puedan resultar contradictorias entre sí o con las leyes, y actuará de forma proporcionada en beneficio de todas las parroquias, eligiendo con criterios objetivos decisiones como, por ejemplo, dónde emplear los medios municipales o en qué momentos.

Ayudará en general a implementar las medidas regenerativas, como en la presencia de ganado ovino y caprino, y al seguimiento y evaluación del proyecto, aportando un técnico que disponga de un profundo conocimiento de este.

 

JUNTAS LOCALES

Las juntas locales decidirán y recopilarán las áreas de actuación anuales en su zona, que consignarán al ayuntamiento para su conocimiento y control. La ubicación y la superficie de las áreas sobre las que actuar deberán cumplir rigurosamente la normativa al respecto, tanto la general como la diseñada específicamente para el buen desarrollo del plan.

Las juntas locales registrarán también de forma coordinada con el ayuntamiento el desarrollo de las acciones propuestas, que serán de dos tipos básicos: de control de la matorralización (desbroces y quemas controladas) y de reforestación y protección de áreas arboladas.

 

NORMAS BÁSICAS DE ACTUACIÓN: CONTROL DE LA MATORRALIZACIÓN

1.Las quemas ¿mato a mato¿, en superficies inferiores a los 100 m2 sin riesgo de escape, se podrán realizar bajo una licencia similar a las quemas de rastrojos en las fincas propias. Bastará con avisar y realizarlas en los días en que la Consejería considera apto el nivel de riesgo, así como con el compromiso de permanecer junto al fuego hasta su total extinción. No deberían existir obstáculos legales ya que los pastos comunales son considerados oficialmente como parte de las explotaciones ganaderas del concejo, en proporción a la cabaña de cada cual.

2.A cada vecino que disponga de ganado y que tenga licencia de pastos le corresponderá una superficie de actuación para quemas mayores de 100 m2 proporcional a las UGMs que maneje en régimen extensivo (el último año registradas), de forma que en un plazo de cinco años pueda haber trabajado tantas hectáreas como la mitad de las UGMs que posea*:

1.      Nº Has por campaña = Nº UGMs / 10

2.Para fomentar la presencia de reciella en los montes, los vecinos que no dispongan de, al menos, un diez por ciento de las UGMs en forma de ganado menor, tendrán una  cuota menor de Has:

1.      Nº Has = Nº UGMs / 20

2.Las quemas sobre superficies que no puedan ser consideradas ¿mato a mato¿ (mayores de 100 m2) tendrán una superficie máxima de dos hectáreas, y en ellas habrá siempre presencia de al menos un técnico (ganadero o no) con capacitación certificada.

3.No se podrán quemar ejemplares leñosos de especies arbóreas.

4.En la misma campaña no podrán realizarse dos quemas contiguas mayores de una hectárea cada una.

5.No se podrá quemar sobre la misma superficie en un plazo inferior a cinco años desde la última actuación.

6.Las zonas con peligro de escape del fuego deberán disponer de medidas de prevención adicionales y adecuadas a cada caso: índice mínimo de peligrosidad meteorológica, cortafuegos de desbroce, presencia de un operario por cada diez metros lineales del perímetro de riesgo de la parcela a quemar y/o presencia de bomberos.

7.Si un fuego se extiende más de lo convenido a un vecino se le aplicará a éste una disminución de su derecho a quemar hasta que haya compensado la superficie excedida según las cuotas que le correspondieran.

8.Los perímetros de las parcelas deben evitar geometrías estrictamente lineales o artificiosas, debiendo adaptarse a elementos naturales que configuren el entorno.

9.Sobre las cenizas se aplicará una siembra a voleo con la simiente que se considere más adecuada a la naturaleza del terreno.

10.Los ganaderos que hagan uso de su derecho de quema deben plantar un árbol por cada diez UGMs que utilicen el monte comunal ese año, hasta la siguiente revisión general del proyecto, cumplidos cinco años desde su comienzo, en la que se valorará la continuidad o modificación de esta cuota.

 

*Considerando que una hectárea proporciona alimento a una UGM en un año, y teniendo en cuenta que el ganado pasta en los comunales aproximadamente medio año, la cuota de 1/10 Ha por campaña permitirá que, cada cinco años, un ganadero pueda controlar la matorralización de la superficie que precisa su cabaña. La elección del periodo de cinco años se debe a las recomendaciones técnicas para preservar los suelos y evitar fuegos demasiado  recurrentes.

 

ZONAS FORESTALES

Se zonificarán los montes del concejo en dos categoría principales: pastizal y forestal. Además de las áreas boscosas consolidadas antes del inicio de la zonificación, cada Junta Parroquial decidirá los lugares más adecuados para su reforestación en su área de influencia, y debe ocupar un mínimo del 10% de las áreas desarboladas en el momento del estudio.

 

Los condicionantes dispuestos por el Ayuntamiento serán:

1.Cubrir las pistas con manchas arboladas de contornos orgánicos con el múltiple objetivo de protegerlas de los argayos y la erosión, hacerlas más seguras al tránsito, proporcionar sombra y refugio al caminante y disminuir o eliminar su impacto visual. Estas zonas arboladas no serán objeto de tala.

2.Las especies a plantar serán autóctonas, escogidas de entre las recogidas en un catálogo que dispondrá el Ayuntamiento, para adecuarlas a la ecología del lugar.

3.Las áreas que los vecinos decidan repoblar para establecer cortas de madera conservarán su carácter forestal después de realizadas aquellas.

 

Los vecinos de las parroquias tendrán los tradicionales derechos de uso de la leña y de los frutos sobre las áreas repobladas, así como, en su caso, del cobro de los beneficios que se pudieran obtener de futuras talas, que deberán invertirse localmente.

El Ayuntamiento promoverá campañas de repoblación en función de sus posibilidades y presupuestos, siempre de acuerdo con los vecinos y sus decisiones a nivel parroquial.

 

PROGRAMA DE ACTUACIONES

1.- Comunicación a la Junta Ganadera Municipal y de esta a las Juntas Ganaderas Parroquiales de la intención de implantar un plan de gestión de los montes comunales que garantice la mejora de los pastos y bosques y evite los incendios. Se debatirán los planes de actuación propuestos, tanto para la gestión de las áreas de pasto como de las forestales, hasta encontrar un consenso.

2.- Delimitación cartográfica de los montes por parroquias. En caso de que hubiese conflicto entre parroquias sin fácil esclarecimiento administrativo se intentará consensuar entre las juntas parroquiales colindantes el uso común de ese espacio. En caso de no llegar a ningún acuerdo, la mediación del Ayuntamiento decidirá lo que sea conveniente.

3.- Se establecerá la diferenciación de los montes comunales, parroquia por parroquia, en áreas de pastizal y forestales. Los vecinos con conocimiento del terreno y de los usos tradicionales, especialmente los ganaderos en régimen extensivo, harán las primeras propuestas y después se estudiarán otras consideraciones complementarias de otros vecinos o del consistorio si las hubiere. En ningún caso podrá definirse una zonificación que no sea admitida por los verdaderos actores locales, los que puedan demostrar que dependen de un uso directo de los montes comunales mediante licencia de pastos, etc.

4.- Los ganaderos que vayan a tener derecho de ejercer las futuras quemas controladas deberán realizar un cursillo, auspiciado por el Ayuntamiento y desarrollado por bomberos y otros técnicos especializados, para justificar su capacitación en la realización de quemas controladas.

5.- Desde el Ayuntamiento se diseñará el protocolo de actuación con el mecanismo burocrático más sencillo posible para la organización de la ejecución de los programas anuales de quemas.

6.- Se recogerán en una ordenanza municipal los derechos de los vecinos y los métodos de organización de las quemas controladas que se hayan ido definiendo a lo largo del desarrollo del programa.

 

PROTOCOLO DE ACTUACIÓN EN LAS QUEMAS CONTROLADAS

1.Cada vecino con derecho a realizar quemas controladas y quiera ejercer ese derecho propondrá, a finales de cada verano, las zonas en donde considera que debe actuar en la Junta Parroquial realizada a tal efecto.

2.El Presidente de la Junta Parroquial recogerá las solicitudes, con los nombres de los solicitantes, los lugares y la superficie solicitada por cada cuál.

3.En una Junta Municipal a celebrar a finales de verano, el Presidente recogerá conjuntamente las solicitudes de cada parroquia, que quedarán en el Ayuntamiento a disposición del técnico municipal que proceda.

4.El Ayuntamiento comprueba que las ubicaciones y superficies se adecuan a las condiciones del Plan y a la legislación vigente, y comunica en un plazo de quince días su revisión, así como el calendario de apertura de las fechas en que sea preceptivo comenzar con las quemas controladas, que irán desde el otoño hasta finales del invierno.

5.Los vecinos con capacitación y derecho a quema concedido avisarán de dónde y cuándo desean quemar, y comprobarán siempre que las condiciones son adecuadas para ello y que la Administración proporciona el índice de riesgo adecuado.

6.Los responsables de las quemas se quedarán en el lugar hasta su total extinción, y avisarán a la Junta y ésta al ayuntamiento de la consumación de la quema.

 

 

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